La relajación es un procedimiento adecuado y suficiente para tratar diferentes problemas, como ansiedad, insomnio, tics, etc. Se considera una de las técnicas más utilizadas en el campo clínico por su eficacia en el autocontrol de niños y adultos.
Las técnicas de relajación se utilizan para tratar las actividades rutinarias que el sujeto está llevando a cabo con más tensión de la necesaria para su correcta realización, y que le está provocando un elevado estado de activación o ansiedad generalizada.
En niños pueden suponer una ayuda importante en el tratamiento de tics, fobias, miedos, problemas de sueño, hiperactividad, déficit de atención e impulsividad, por lo que la relajación presenta numerables beneficios. Entre ellos cabe destacar una mejora en el autocontrol, suavizando los episodios disruptivos o impulsivos, un aumento de la seguridad en sí mismos con una mayor capacidad de afrontar miedos y temores, así como una disminución de la ansiedad anticipatoria para evitar sucesos que cursan con gran ansiedad.
Como toda habilidad se aprende de forma progresiva, mejorando paso a paso, para ello es fundamental la práctica cotidiana y regular, en particular en los primeros momentos. Comenzaremos con técnicas más sencillas hasta llegar a las más específicas con el componente principal del problema a afrontar.
Áreas de actuación
- Programas de relajación personalizados
- Técnicas de control de la activación
- Entrenamiento de control de la activación
- Control de la respiración
- Relajación diferencial
- Seguimiento